Un matrimonio que comenzó con lágrimas de amor

Hace exactamente 15 años, Arantxa Sánchez Vicario dejaba fluir lágrimas de puro amor mientras vestida de blanco daba el ‘sí quiero’ a José Santacana en el Castell de Peralada (Girona). Sin embargo, hoy en día, ese amor se ha desvanecido por completo. Arantxa ha vuelto a llorar, pero esta vez en un juzgado de Lo Penal, enfrentándose al momento más difícil de su vida. La extenista ha declarado que si ha obrado incorrectamente a lo largo de los últimos trece años, ha sido influenciada e incluso dirigida por el hombre a quien juró su amor.

Una deposición inesperada

La declaración de Arantxa Sánchez Vicario estaba prevista para este próximo viernes, al igual que la de su aún esposo, José Santacana, ambos acusados de un delito de alzamiento de bienes. Sin embargo, a petición de la defensa de Arantxa, encabezada por el abogado Borja Vives, la juez ha aceptado que la extenista protagonizara hoy su deposición. A pesar de la oposición del letrado de Santacana, Juan Segarra, la juez ha decidido alterar la hoja de ruta. Durante su deposición, Arantxa ha explicado que era su esposo quien acudía a las notarías para firmar las ventas de su patrimonio en España y quien recibía los cheques e ingresaba las cantidades en distintas cuentas.

Una persona dominada y desvalida

Arantxa se ha mostrado como una persona dominada y prácticamente desvalida, que actuaba bajo las órdenes de su marido. Según su relato, Santacana comenzó a gestionar su patrimonio desde 2009, en sustitución de su padre. Arantxa ha admitido que se dedicaba al tenis y confiaba en su esposo para manejar sus asuntos financieros. Sin embargo, ahora reconoce que se equivocó y que ha sido influenciada por él. Según su versión, Santacana decidió no pagar al Banco de Luxemburgo y vació las cuentas para evitarlo. Además, también era él quien gestionaba sus cuentas en Suiza.

Un pasado de acusaciones

Esta no es la primera vez que Arantxa Sánchez Vicario llora en público debido a su situación financiera. En febrero de 2012, durante la presentación de su libro biográfico, Arantxa, ¡vamos!, acusó a su familia de haberla anulado y de ser los responsables de la desaparición de su fortuna. En aquella ocasión, la extenista también derramó lágrimas mientras revelaba los problemas que había enfrentado en su matrimonio.

Colaboración y demanda

Visiblemente nerviosa durante su deposición, Arantxa admitió haberse equivocado y no estar de acuerdo con lo que ha sucedido. Afirmó estar colaborando y haber pagado ya 1.900.000 euros al Banco de Luxemburgo. Además, se ha conocido que la extenista ha interpuesto una demanda a su ex en Estados Unidos, donde ambos continúan viviendo, con el objetivo de conocer el paradero de lo que queda de su dinero.

En conclusión, Arantxa Sánchez Vicario ha revelado la verdad detrás de su divorcio millonario, afirmando que su esposo fue quien gestionó su patrimonio y vació las cuentas para evitar pagar al Banco de Luxemburgo. La extenista se ha mostrado como una persona dominada y desvalida, actuando bajo las órdenes de su marido. A pesar de haber pagado una gran cantidad de dinero, Arantxa ha interpuesto una demanda para conocer el destino de su fortuna restante.

Por joaquin