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Algunas posiciones al dormir, como mantenerse de lado, pueden ayudar a reducir los ronquidos al mantener las vías respiratorias despejadas. Utilizar una almohada detrás de la espalda o debajo de la cabeza para elevarla también puede ser beneficioso.
Además, coser una pelota de tenis en la espalda del pijama puede ser un recordatorio para mantenerse de lado y evitar la posición que provoca los ronquidos.
Mantenerse hidratado es fundamental para evitar que la garganta se seque y se produzcan ronquidos. El aire seco en exceso puede empeorar los ronquidos, por lo que se recomienda beber suficiente agua durante el día y antes de acostarse para mantener las vías respiratorias húmedas.
Además, evitar el consumo excesivo de alcohol, ya que puede relajar los músculos de la garganta y empeorar los ronquidos, es otra medida importante para mejorar la calidad del sueño.
Realizar ejercicios diarios para fortalecer la lengua puede ayudar a prevenir que esta se deslice hacia la garganta y obstruya las vías respiratorias durante el sueño. Ser constante en la práctica de estos ejercicios es clave para obtener resultados efectivos en la reducción de los ronquidos.
Consultar con un especialista en el sueño y la respiración para obtener más recomendaciones personalizadas y mejorar la calidad del descanso nocturno es fundamental para aquellos que sufren de ronquidos y apnea del sueño.