El campocorto puertorriqueño Javier Báez mostró una vez más todo lo impredecible que es cuando se encuentra en el diamante y bateó una roleta a la antesala y corrió a la original.
De pronto, retrocedió en torno a home, perseguido por el primera almohadilla Will Craig, lo cual provocó una comedia de errores que puso en marcha un racimo de dos carreras, para que los Cachorros de Chicago se impusieran 5-3 a los Piratas de Pittsburgh.