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El fentanilo, un opioide altamente potente, se ha utilizado cada vez más en España para el tratamiento del dolor en pacientes con cáncer. Aunque proporciona un alivio inmediato, su uso prolongado puede llevar a la dependencia y a problemas de adicción. Rafa, un paciente de cáncer, experimentó una dependencia psicológica durante los meses en los que usó parches de fentanilo para aliviar el dolor de la quimioterapia y la radioterapia. Aunque pudo llevar una vida relativamente normal gracias a los parches, también experimentó efectos secundarios y tuvo dificultades para dejar el fentanilo una vez finalizado el tratamiento.
En los últimos años, el uso de fentanilo con fines médicos ha aumentado en España, lo que ha llevado a un incremento en el número de personas que lo han tomado y a casos de dependencia en algunos pacientes. Según una encuesta del Ministerio de Sanidad, el porcentaje de personas de entre 15 y 64 años que han tomado fentanilo ha aumentado del 0,3% en 2018 al 2,2% en 2022. Aunque la situación en España está lejos de la epidemia de adicción que se ha visto en Estados Unidos, los expertos advierten sobre la necesidad de controlar la venta y prescripción de fentanilo para evitar problemas de adicción.
A diferencia de Estados Unidos, donde se ha producido una epidemia de adicción y muertes relacionadas con el fentanilo, la situación en España es diferente. En España, el fentanilo se utiliza principalmente en forma de comprimidos o parches para el alivio del dolor, y su venta está controlada por el ministerio de Sanidad. Aunque se ha producido un aumento en el uso de fentanilo con fines médicos, los expertos enfatizan la importancia de no alarmar sobre la situación en España y de mantener una vigilancia constante para prevenir problemas de adicción.