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La ONU ha advertido que alrededor de 1,6 millones de niños menores de cinco años en Sudán del Sur padecerán desnutrición aguda. El país africano enfrenta una concatenación de crisis que incluyen situaciones de conflictos, problemas económicos y cambio climático. Actualmente, aproximadamente el 56% de la población de Sudán del Sur sufre algún tipo de inseguridad alimentaria, lo que representa el porcentaje más alto en todo el mundo. La coordinadora de la ONU para la prevención de la hambruna ha instado a que se preste atención a esta tragedia y se tomen medidas sostenibles y a largo plazo para abordar la crisis actual y futura.
Según los responsables de Naciones Unidas, alrededor de nueve millones de personas necesitarán ayuda humanitaria en Sudán del Sur en 2024. La falta de solidaridad internacional ha dificultado la respuesta a las crecientes necesidades del país. En 2023, solo se recaudó el 55% de los fondos requeridos, lo que ha llevado a reducir las raciones de alimentos. Para 2024, se estima que se necesitarán alrededor de 1.800 millones de dólares para ayudar a seis millones de personas. Es crucial que se incremente el apoyo internacional para abordar esta crisis y evitar una tragedia humanitaria aún mayor en Sudán del Sur.
El cambio climático ha exacerbado la crisis en Sudán del Sur. El país se encuentra en primera línea de los efectos del cambio climático, como lo demuestra el impacto de las inundaciones que afectaron a un millón de personas el año pasado. Estos eventos climáticos extremos han contribuido a la inseguridad alimentaria y a la desnutrición aguda en el país. Es necesario abordar tanto las causas subyacentes de la crisis, como los conflictos y los problemas económicos, como también tomar medidas para mitigar los efectos del cambio climático y fortalecer la resiliencia de Sudán del Sur ante futuras crisis.
No podemos permitir que la gente muera de hambre mientras miramos. Es fundamental que el mundo preste atención a la crisis en Sudán del Sur y tome medidas inmediatas y a largo plazo. Se necesitan inversiones y soluciones sostenibles para abordar las necesidades humanitarias y permitir que Sudán del Sur salga de la crisis actual y se enfrente de manera más resiliente a las crisis futuras. Además, es crucial que la solidaridad internacional aumente y se proporcione el apoyo financiero necesario para garantizar la asistencia humanitaria a las personas más vulnerables en Sudán del Sur.