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La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha realizado la 13ª actualización de sus directrices sobre los tratamientos contra la COVID-19. Estas directrices incluyen recomendaciones revisadas para los pacientes que no presentan un cuadro grave de la enfermedad. La actualización tiene en cuenta las variantes actuales del virus, las cuales tienden a causar un cuadro menos grave de la enfermedad. Además, se han actualizado las tasas de riesgo de ingreso hospitalario para los pacientes con cuadros no graves de COVID-19.
Una de las novedades de esta actualización es la creación de una nueva categoría de riesgo moderado, que incluye a personas de edad y/o con afecciones crónicas. Anteriormente, estas personas se consideraban de alto riesgo. Las estimaciones de riesgo actualizadas ayudarán a los profesionales de la salud a identificar a las personas con un riesgo de ingreso hospitalario alto, moderado o bajo, y a adaptar el tratamiento de acuerdo con las directrices de la OMS. La OMS sigue recomendando encarecidamente la combinación de nirmatrelvir y ritonavir como la mejor opción de tratamiento para la mayoría de los pacientes con riesgo de hospitalización alto y moderado, en vista de sus beneficios terapéuticos y la facilidad de administración.
La OMS ha actualizado sus directrices sobre los tratamientos contra la COVID-19, incluyendo recomendaciones revisadas para los pacientes que no presentan un cuadro grave de la enfermedad. Esta actualización tiene en cuenta las variantes actuales del virus, las cuales tienden a causar un cuadro menos grave de la enfermedad, y los niveles de inmunidad más elevados debido a la vacunación, lo que ha reducido el riesgo de enfermedad grave y fallecimiento para la mayoría de los pacientes. Las estimaciones de riesgo actualizadas ayudarán a los profesionales de la salud a identificar a las personas con un riesgo de ingreso hospitalario alto, moderado o bajo.
La OMS recomienda encarecidamente la combinación de nirmatrelvir y ritonavir como la mejor opción de tratamiento para la mayoría de los pacientes con riesgo de hospitalización alto y moderado. Esta combinación ha demostrado beneficios terapéuticos y es fácil de administrar. En caso de que esta combinación no esté disponible, se sugiere recurrir a molnupiravir o remdesivir. Sin embargo, la OMS desaconseja el uso de estos últimos en pacientes con riesgo moderado, ya que considera que los daños potenciales superan los beneficios limitados en este grupo de pacientes. Para las personas con riesgo de hospitalización bajo, la OMS no recomienda ningún tratamiento antivírico, y los síntomas como la fiebre y el dolor pueden seguir tratándose con analgésicos comunes como el paracetamol.
La OMS ha emitido una recomendación sin reservas de no administrar ivermectina a los pacientes que no presentan un cuadro grave de COVID-19. Esta recomendación se basa en la evidencia científica disponible, que indica que la ivermectina no tiene beneficios significativos en pacientes con cuadros no graves de la enfermedad. Sin embargo, la OMS sigue aconsejando que, en el caso de los pacientes que presentan un cuadro grave o crítico de COVID-19, la ivermectina solo se utilice en el marco de ensayos clínicos.
Esta actualización de las directrices busca proporcionar a los profesionales de la salud recomendaciones claras y actualizadas sobre el tratamiento de los pacientes con COVID-19. Las variantes actuales del virus y los niveles de inmunidad más elevados debido a la vacunación han cambiado el panorama de la enfermedad, y es importante adaptar las estrategias de tratamiento en consecuencia. La OMS continuará monitoreando la evidencia científica y actualizando sus directrices según sea necesario para garantizar la mejor atención posible a los pacientes con COVID-19.