Muere Fermín Garcés, camionero cambiado a protección civil se levanta contra los etarras que asesinaron a Pardines

MADRID, 12 de abril (Diario Europeo) –

Fermín Garcés Hualde, que se enfrentó a etarras que asesinaron al guardia civil José Antonio Pardines en 1968, el primero de los más de 800 muertos en la cruenta historia de ETA, falleció este martes, hace tres semanas, según fuentes de la Guardia Civil.

Tenía 39 años y era camionero de profesión cuando se produjo el siniestro, el 7 de junio de 1968, en una carretera que discurría por la localidad guipuzcoana de Villabona. Luego se enfrenta a atacantes desconocidos que acaban de matar a Pardines, de 25 años.

El terrorista que disparó fue Txabi Etxebarrieta, que murió pocas horas después en Tolosa durante un enfrentamiento con la Guardia Civil. Le acompañaba Iñaki Sarasketa, que fue detenido y condenado a muerte, reduciéndose posteriormente su pena a cadena perpetua hasta ser indultado en 1977 y puesto en libertad. Ambos etarras se dirigían a San Sebastián con el objetivo de preparar un atentado contra el comisario de Policía Melitón Manzanas, también asesinado dos meses después de que Pardines cruzara la frontera.

Poco sabía Garcés que eran miembros de una banda terrorista que usó la violencia para lograr la independencia del País Vasco, que ese sería el primero de muchos atentados, o que el terrorismo de ETA volvería a perseguirlo años después. Sale de su camioneta, se enfrenta a los terroristas y luego busca ayuda.

El agente Pardines fue asesinado mientras regulaba el tránsito en una zona de obras con el agente Félix de Diego Martínez, quien hacía lo mismo a más de dos kilómetros de distancia. Incluso este segundo guardia Garcés acudió a informarle de lo sucedido. ETA también mató al guardia Martínez once años después en Irún, cuando estaba jubilado.

DEL CAMION A LA PROTECCION CIVIL

Meses después de aquella experiencia, Garcés decidió bajarse del camión para incorporarse a la Guardia Civil, superando pruebas y formándose hasta ser enviado a Madrid, concretamente al Departamento de Personal, donde podrá demostrar sus conocimientos como camionero. Conductores dedicados al mantenimiento de flotas de automóviles.

Aunque Garcés no lleva una vida tranquila, ya que vive en la sede de la Dirección General de la Guardia Civil, en la calle Guzmán el Bueno de Madrid, cuando ETA colocó un coche bomba en las inmediaciones, en 1988, dos diez años después del asesinato de Pardines. . . Ha muerto un niño de dos años y un director de largometrajes de TVE.

Como miembro del Instituto de las Fuerzas Armadas, se le otorgó la Medalla de la Defensa Civil junto con una Insignia Roja por su actuación el día que mataron a Pardines, pero la insignia nunca le fue entregada. En 2016, 48 años después, la Benemérita se lo regaló y le proporcionó un uniforme nuevo hecho a medida. Nacido en Navarra, Garcés tenía entonces 87 años y varios hijos.

Dentro de la Guardia Civil, la silueta de Pardines, hijo y nieto de guardias civiles, está siempre presente en la memoria, especialmente entre los miembros del Servicio de Información dedicados a combatir a ETA. Precisamente a su nombre bautizaron la actividad por la que fue detenido un líder de la banda desarticulada, en septiembre de 2015, en Baigorri (Francia).

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