Puigdemont cree que los presos de ETA sufren “una vulneración de sus derechos” que ninguna sociedad “puede aceptar”

BILBAO, 3 de enero (EUROPA PRESS) –

El expresidente catalán Carles Puigdemont ha afirmado que los presos de ETA sufren una “vulneración de los derechos fundamentales” que ninguna sociedad “puede aceptar” y ha confiado en que 2022 será el año en el que se cumplan las condiciones. Reforzado para “poder hablar de reconciliación y normalización de la vida política y social en el País Vasco ”.

La Red Ciudadana Sare de Apoyo a los Reclusos de ETA ha publicado en sus redes sociales un vídeo en el que Puigdemont transmite su apoyo a las marchas del 8 de enero en otras localidades de Vizcaya, Guipúzcoa, Álava y Navarra para exigir el fin de la “excepción” que , en su opinión, se aplica a los presos de la banda.

“Comprobable”

Tras afirmar que la movilización de Sare siempre muestra “lo que algunos quieren que se oculte”, el expresidente catalán denunció así la “vulneración de los derechos fundamentales”, que, a su juicio, se les ocurre a los presos y que, “por un motivo o otro, deben gozar de libertad, revisión en el aula o un acercamiento simple a su hogar y familia “.

“Esto no sucede y son violaciones de derechos básicos que ninguna sociedad decente puede reconocer y silenciar cuando lo hacen”, agregó.

En este contexto, y tras agradecer a Sare su esfuerzo por “unir voces plurales” hacia un mensaje internacional a favor de los derechos humanos y fundamentales, Puigdemont afirmó que “Euskal Herria es una nación hermana de la familia” con la que Cataluña “comparte muchas luchas”.

“Quería estar allí para apoyar la campaña, pero lamentablemente en España hay una sensación de represión que no tiene nada que ver con la justicia ni con las libertades civiles. Europa, la Europa que queremos construir”. de los pueblos “, subrayó, y agregó que cuando” los derechos de las personas sean violados, violados y amenazados, no se construirá la Europa de los pueblos fraternos y libres “.

Por último, espera que 2022 sea el año en el que todas las condiciones se consoliden claramente “sin excepción” para que “se pueda hablar de la necesaria reconciliación y normalización de la vida política” y la sociedad en el País Vasco “.

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