Revelan impactantes acciones de Esperanza Aguirre para frenar a Clemente

• La derrota de la selección española en Larnaca en 1998 desató una crisis política.
• La ministra de Educación, Esperanza Aguirre, pidió medidas contra el seleccionador Javier Clemente.
• Políticos de diferentes partidos también se pronunciaron sobre la situación.
• Clemente convocó una rueda de prensa en la que denunció ataques y críticas.

La derrota de la selección española desata una crisis política

La derrota de la selección española en Larnaca en 1998 no solo generó una crisis en el ámbito deportivo, sino que también tuvo repercusiones políticas. La ministra de Educación, Esperanza Aguirre, lideró el movimiento del Gobierno para destituir al seleccionador Javier Clemente. Esta derrota se convirtió en un tema de discusión en la agenda política española, en un momento en el que también se hablaba de los juicios de los GAL y de la entrada en prisión de altos cargos de Interior. La situación llevó a la ministra a pedir medidas a la Federación y a solicitar la dimisión de Clemente.

Políticos y funcionarios se pronuncian sobre la crisis

Ante la alarma política generada por la derrota de la selección, varios políticos y funcionarios se pronunciaron sobre la situación. Desde el PSOE, se pidió la dimisión de Clemente o su destitución por parte de la Federación. El vicepresidente del CSD también se sumó a las voces que pedían medidas inmediatas para solucionar la crisis. Incluso hubo situaciones surrealistas, como la propuesta de un alcalde socialista de cambiar el nombre de España por el de Clemente. En medio de toda esta polémica, Clemente respondió con ironía y se mostró crítico tanto con los políticos como con la prensa.

Clemente convoca una rueda de prensa y denuncia ataques

Ante la presión y los ataques que estaba recibiendo, Javier Clemente convocó una rueda de prensa en la que denunció la violencia generada en torno a la selección. Señaló a la prensa como responsable de generar un clima insoportable y habló de ataques a su casa. Afirmó que no tenía miedo y que no iba a ceder ante la presión. También dejó claro que el fútbol español estaba por encima de él y que su decisión de dejar el cargo era para proteger a los jugadores y al fútbol en general. Además, lanzó críticas a los políticos, recordando que en tiempos de Franco, cuando había problemas políticos, se hablaba de fútbol.

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