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Feijóo solo despertó sospechas en el 14,2% de sus votantes, frente al 67,4% que admitió desconfiar de Casado.
MADRID, 19 de julio (PRENSA EUROPA) –
La vicepresidenta segunda del Gobierno y mujer fuerte de Unidas Podemos en el Gobierno, Yolanda Díaz, es la líder más apreciada por sus propios votantes, mientras que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, provoca desconfianza en el 36,6% de sus votantes. .
Así lo revelaba el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de julio en los datos que facilitaba, superando las respuestas de memoria de los entrevistados por Europa Press consultoría y consultoría.
En concreto, Díaz recibió una nota de 7,31 entre los que decían votar por Unidas Podemos en las elecciones generales de noviembre de 2019. Por su parte, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo logró el 7,23 de simpatizantes de Pablo Casado en esa convocatoria. La última nota que los votantes ‘populares’ dieron a su antecesor en el cargo, según el barómetro del pasado mes de marzo, fue de 4,64.
Por su parte, el líder de Más País, Ínigo Errejón, marcó un 7,10 entre él y los de Vox, con Santiago Abascal anotando un 7,07 entre sus compañeros.
Ya por detrás, con 6,30 de votantes socialistas, aparecía Sánchez, mientras que Inés Arrimadas, líder de Ciudadanos, desaprobaba incluso entre sus electores, dándole 4,76.
Además, entre los partidarios del PSOE, el 36,6% confesó tener “poca” o “ninguna” confianza en la dirección del partido; porcentaje alcanzó el 51,3% entre los votantes de Unidas Podemos, socio de gobierno de la organización.
En la circunscripción socialista, el 23,3% de las personas admite tener “mucha” o “bastante confianza” en el papel que está jugando Alberto Núñez Feijóo como líder de la oposición, en caso contrario, suscita sospechas en el 14,2. % de personas que apoyaron a Casado en 2019.
Los números contrastan con lo último de Casado como líder de la oposición en la investigación que corresponde al pasado mes de febrero. Entonces, hasta el 67,4% de los votantes del PP admitieron tener “poca” o “ninguna” confianza en la persona por la que votaron en las últimas elecciones generales, lo que alimentó aún más ese sentimiento en el 29% de sus votantes.