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Madrid, ene. 5 (Prensa europea) –
La Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) en un nuevo estudio retrospectivo concluye que los fumadores activos o pasados ingresados en el hospital por Covid-19 tienen peor evolución y pronóstico (mayor tasa de mortalidad, reingreso en UCI y un mes después). ) Que los pacientes que no tienen este hábito.
Los resultados de la investigación, basados en datos de 14.260 pacientes del Registro SEMI-COVID-19, recopilados entre febrero y septiembre de 2020, se publican en la revista Medicina Clínica. En este sentido, los investigadores dejan en claro que los estudios preliminares de series extranjeras han arrojado resultados contradictorios o no concluyentes en la relación entre fumar y Govt-19.
Por ello, los profesionales deben entender que el tabaco es un “factor de riesgo de la mala evolución del Govit-19” y realizar una “valoración adecuada de los antecedentes de tabaquismo en combinación”. Reiteran que esto “ayudará a proponer una estrategia de gestión para los pacientes en el hospital”.
Describe y analiza las características clínicas y el pronóstico de los pacientes hospitalizados por SARS-CoV-2, que se dividen en dos grupos: tabaquismo activo o pasado o no fumador. – Fumadores. Todos fueron seguidos hasta un mes después de ser expulsados.
La edad media de los pacientes incluidos en el estudio fue de 68,6 años, siendo el 57,7% hombres. El grupo de fumadores era mayor (69,9 años), predominaba el sexo masculino (80,3%) y tenía un índice de la comunidad de Charleson más alto.
La evolución de los pacientes con hábito tabáquico activo o pasado fue peor por presentar mayor tasa de ingreso en UCI (10,4 vs 8,1%), mayor mortalidad hospitalaria (22,5 vs 16,4%) y reingreso al mes. Que el grupo de no fumadores (5,8% y 4,0%).
Dependiendo de los síntomas que presenten, la asfixia (asfixia) suele ocurrir en los fumadores, mientras que la fiebre y los síntomas gastrointestinales en los no fumadores.
Además, los pacientes fumadores fueron ingresados con enriquecimiento de oxígeno.
En total, el 8,8% debe ser ingresado en UCI, con presencia frecuente en pacientes del grupo fumador (10,4% y 8,1%). Los pacientes del grupo de fumadores (6,5% frente a 4,5% y 8% y 6,6%, respectivamente) tenían una mayor necesidad de ventilación mecánica invasiva o no invasiva.
Además, recibieron terapia antibiótica experiencial (91 vs 88,6) y un alto porcentaje recibió terapia inmunosupresora o inmunomoduladora, con 41 por ciento de corticosteroides en el grupo de fumadores y 33,8 por ciento en el grupo de no fumadores.
El grupo de fumadores informó de mayores complicaciones y mortalidad que el grupo de no fumadores (52,5% frente a 48,3% y 22,5% frente a 16,4%, respectivamente). El síndrome respiratorio agudo es la complicación más común en ambos grupos (28,8% en el grupo fumador con sufrimiento moderado-severo y 22,2% en el grupo no fumador).
El empeoramiento de la radiación y la progresión de la enfermedad fueron más frecuentes en los pacientes del grupo de fumadores que en el grupo de no fumadores (42,6% frente a 36,5% y 30,2% frente a 23,0%, respectivamente). Después de la expulsión, en el grupo de fumadores, hubo más recurrencias por mes, pero no más muertes.
En cuanto a las diferencias entre fumadores y exfumadores, el estudio encontró que los exfumadores eran de mayor edad, con un mayor porcentaje de hombres, con índice de comorbilidad de Charleson y dependencia moderada a severa. También tenían mayores factores de riesgo cardiovascular y comorbilidades (aunque no hubo diferencias en enfermedad respiratoria o insuficiencia renal).
Indicaciones clínicas y parámetros de laboratorio, como el ingreso en UCI y la necesidad de ventilación. Sin embargo, los exfumadores requirieron un mayor porcentaje de inmunoterapia y tratamiento antibiótico y tuvieron mayores complicaciones en combinación (23,6% vs 17,6%), empeoramiento de la radiación y progresión y recurrencia de la enfermedad.