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El cese al fuego bilateral que lleva tres meses en Colombia está en crisis, según Aureliano Carbonell, negociador del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Carbonell atribuye esta crisis a un ataque militar contra un campamento guerrillero y a la ofensiva paramilitar en los territorios donde el ELN opera. El ELN denuncia una alianza entre el Ejército y los paramilitares que les permite ocupar territorios donde el ELN tiene presencia. Esta situación ha llevado a la guerrilla a replegarse y a los paramilitares a posicionarse en el territorio.
Carbonell ve una amenaza de que el cese al fuego no llegue a los 180 días pactados y que no se firme un acuerdo de paz. Aunque el ELN tiene una voluntad de trabajar por una solución política, Carbonell es reticente a hablar de la firma de la paz. La organización busca influir más en las decisiones básicas del país, pero no necesariamente a través de instituciones formales.
Según Carbonell, el problema de las armas en Colombia es muy complejo y no se limita a las armas del ELN. Existen muchas armas fuera del ELN y de las Fuerzas Armadas, lo que lo convierte en un problema global. La dejación de armas es un tema que está en el punto cinco de la negociación y apenas van por los tres primeros.
Para mayo de 2025, el ELN espera tener lista las propuestas de la sociedad en el acuerdo de paz. La sociedad será quien proponga la agenda de cambios que surjan del acuerdo entre el Gobierno y la última gran guerrilla de Latinoamérica. Sin embargo, Carbonell esquiva la pregunta de si la sociedad les pide dejar las armas, argumentando que el propósito del proceso es que la gente diga qué debe cambiar en el país.