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Ante la grave situación de violencia y caos en Haití, el Dr. Jean-Lucien Ligondé ha reconocido la urgencia de una respuesta inmediata, comparando la situación con conflictos en Ucrania y Gaza. La falta de acción por parte de líderes eclesiásticos y gubernamentales ha llevado a un escenario de devastación en el país caribeño.
El descontrol provocado por las pandillas ha dejado a miles de personas en Haití sufriendo violencia, pobreza extrema y falta de recursos básicos. Más de 15,000 niñas y mujeres jóvenes han sido víctimas de violación, mientras que la inseguridad ha llevado al secuestro de más de 20,000 personas en los últimos 4 años. La falta de empatía y acción por parte de los líderes religiosos ha contribuido a esta crisis humanitaria.
Ante la falta de respuesta efectiva por parte de la Iglesia Católica en Haití, se hace un llamado a los líderes eclesiásticos a mostrar solidaridad y compasión hacia el sufrimiento del pueblo haitiano. Es necesario que la Iglesia se involucre activamente en la búsqueda de soluciones y en la mitigación del sufrimiento de los más vulnerables en la sociedad.
Se reconoce y agradece a aquellos líderes religiosos que han apoyado iniciativas como la de CHRAD en Haití, así como a quienes han demostrado un compromiso real con la defensa de los más necesitados. Es fundamental que la Iglesia continúe trabajando en pro de la justicia social y en la protección de los derechos humanos en contextos de crisis como el que vive actualmente Haití.