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La OMS “asume” que la situación epidemiológica “está empeorando, no mejorando” y está ayudando a Pyongyang nuevamente.
En las últimas 24 horas, los funcionarios de salud de Corea del Norte han registrado más de 96.000 casos, frente a los 3.830.000 desde que comenzó la ola el 12 de mayo.
“Todas las áreas de trabajo se están intensificando para controlar la epidemia”, informó el domingo el buró político del Comité Central del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte (PTK), según la Agencia Central de Noticias de Corea. KCNA.
Corea del Norte, con una población de 25 millones, también trata a 165.390 personas en todo el país.
El 15 de mayo, el líder norcoreano, Kim Jong Un, declaró el estado de emergencia y movilizó fuerzas para tratar de contener el brote de lo que el gobierno describió como una “fiebre”. Dos semanas después, la progresión de la epidemia es positiva, pues hace unos días el país asiático reportó 300.000 casos en tan solo un día.
Por su parte, el director ejecutivo para el Manejo de Emergencias (OMS) de la OMS, Michael Ryan, advirtió que la agencia “asume” que la situación en Corea del Norte “está empeorando, no mejorando”, si es que está bien consciente. “Sin los datos necesarios, Es muy difícil para el mundo hacer suficientes análisis.
“Trabajamos con muchos de ustedes con la misma información que tenemos”. “Hemos dado la vacuna tres veces”, dijo.
Destacó que la Organización Mundial de la Salud está trabajando con China y Corea del Sur para abordar la situación, y subrayó que “hay una actitud positiva en el tratamiento de este tema”. “Este es un problema colectivo. No queremos ver una transmisión severa de la enfermedad en una población predominantemente vulnerable y en un sistema de salud débil”, dijo.
Esto no es bueno para la gente de Corea del Norte y no es bueno para la gente de la región o del mundo. “Queremos una posición más abierta para que podamos ayudar al pueblo de Corea del Norte”. Ryan demostró que la Organización Mundial de la Salud “actualmente no está en condiciones de realizar una evaluación de riesgos suficiente”.