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El Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, ha elaborado un informe sobre la pederastia eclesial donde sostiene que los abusos sexuales no son exclusivos de la Iglesia católica. Sin embargo, la estructura de otras confesiones impide que los escándalos alcancen la misma magnitud que los que han afectado al catolicismo. La Conferencia Episcopal Española aún no ha respondido oficialmente al informe, pero ha adelantado que cuestionará las estadísticas presentadas.
La investigación de Gabilondo incluye testimonios de abusados que dicen actuar en nombre de “las víctimas silenciosas”. Gabilondo ha reconocido que el objetivo de su equipo no era establecer la cifra de afectados por esta lacra, aunque la prensa ha extrapolado los datos de la encuesta incluida en su trabajo. Según la muestra de 8.013 personas mayores de 18 años, si se trasladan los resultados al censo de España, se concluiría que más de 400.000 personas han sido víctimas de abusos en el ámbito eclesial. Esta cifra no está muy alejada de la de otros países como Francia, donde la Iglesia católica ha admitido al menos 330.000 víctimas desde 1950.
El informe del Defensor del Pueblo también admite que los escándalos sexuales salpican a otras confesiones religiosas. En el caso del protestantismo, la inexistencia de una estructura centralizada reduce los casos a historias locales. El documento enumera casos de “gurús hindúes, rabinos judíos de Gran Bretaña y Estados Unidos, y monjes budistas en Sri Lanka, Tailandia o Norteamérica”, además de “imanes musulmanes o guías espirituales de los Testigos de Jehová”.
La próxima semana, la Conferencia Episcopal celebrará una asamblea extraordinaria para debatir este y otros temas. Fuentes cercanas a la cúpula de los obispos han mostrado su estupor por las cifras sobre la pederastia presentadas en el informe. Argumentan que las extrapolaciones de los porcentajes de encuestados que dicen haber padecido abusos sexuales en el ámbito religioso son desproporcionadas. A pesar de las críticas a las cifras, la Conferencia Episcopal reconoce la gravedad del asunto de fondo: las víctimas. Afirman que aunque solo hubiera una víctima, tendrían que pedir perdón y escucharla. El informe del Defensor del Pueblo propone la creación de un fondo estatal de compensación en el que participaría la Iglesia, una propuesta que ha generado críticas y sorpresa tanto dentro como fuera de la institución religiosa.