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En el mundo empresarial, las tendencias son omnipresentes. Sin embargo, simplemente seguir las tendencias no es suficiente para garantizar el éxito. Las empresas necesitan construir su propio futuro, uno que sea genuino y único para ellas. El futuro no es algo que se pueda delegar o predecir con precisión; es algo que se debe construir día a día. La verdadera tendencia sostenible es aprender a pensar por uno mismo y a tomar decisiones basadas en esa reflexión.
Los creadores de tendencias hacen un buen trabajo al anticipar el futuro y crear marcos de pensamiento. Sin embargo, las tendencias deben ser tamizadas a través de nuestro propio pensamiento. Cualquiera puede tener acceso a las tendencias, pero lo que realmente da competitividad es nuestra capacidad de pensar por cuenta propia, de actuar y de concretar los cambios de manera gradual. La diferencia no está en conocer las tendencias, sino en saber construir una diferencia con ellas.
Las listas de tendencias pueden ser inspiradoras, pero solo son útiles si se piensa antes de usarlas. El futuro se puede conocer a grandes rasgos, pero lo difícil es pasar de las tendencias a las decisiones. Construir un futuro genuino implica juntar de manera práctica un conjunto de factores, entre los que se incluyen una propuesta de valor, un posicionamiento único y un equipo de personas adecuadas. La estrategia puede ser sólida, pero si no se cuenta con las personas adecuadas para convertirla en realidad, el futuro seguirá siendo solo una ensoñación.
La verdadera belleza del futuro es que no hay una única solución para crear valor y crecer. Las mismas tendencias y tecnologías pueden dar lugar a resultados diferentes dependiendo de las personas y las culturas corporativas. Se pueden hacer planes estratégicos y tener retos de innovación, pero lo verdaderamente esencial es contar con las personas adecuadas. Se puede vivir sin planes, pero no sin talento. La gran tendencia es tener empresas que sean comunidades de personas que piensen por sí mismas y sepan convertir las tendencias generales en valor concreto.