Los líderes del Parlamento Europeo condenaron los comentarios “descaradamente racistas” del primer ministro húngaro

Madrid, 30 de julio (Europa Press) –

Los líderes de los grupos políticos en el Parlamento Europeo (PE) condenaron las declaraciones “descaradamente racistas” del primer ministro húngaro Viktor Orbán la semana pasada en las que aseguró países donde “la población de Europa es mixta”. La “población no europea” no puede ser considerada una nación.

“Las declaraciones inaceptables son una clara violación de nuestros valores en los tratados de la UE y no tienen cabida en nuestras sociedades”, dijeron los líderes de los bloques del Parlamento Europeo.

Esta semana desde Viena, Orban defendió los comentarios que hizo durante un viaje a Rumania, donde insistió en que Hungría no era un país mestizo, y dijo el jueves que no era un problema de racismo, sino un problema de diferencias culturales.

Los firmantes, en este sentido, lamentan profundamente “la insistencia de Orbán en defender estas declaraciones injustificadas” y aseguran que “el racismo y la discriminación en todas sus formas deben ser condenados rotundamente a todos los niveles”.

Por todas estas razones, los representantes piden a la Comisión Europea y al Consejo Europeo que “condenen de inmediato esta declaración en los términos más enérgicos”.

Al Consejo, en particular, recuerdan que los Estados miembros “deben actuar juntos y poner fin a todos los ataques contra los valores consagrados” y solicitan que “el asunto se agregue a la agenda de la próxima reunión de líderes de la UE”. Institución sociedad.

En nombre de la Comisión, se le pide “priorizar los procedimientos de infracción en curso contra las violaciones de Hungría de la ley de la UE que prohíbe el racismo y la discriminación, y hacer pleno uso de las herramientas disponibles para abordar las infracciones”.

Finalmente, los líderes de la UE piden “más acción por parte de los gobiernos de la UE y a nivel de la UE, incluso contra la creciente normalización del racismo y la xenofobia, y la necesidad de un mecanismo de monitoreo y rendición de cuentas para garantizar la implementación efectiva de las leyes y políticas contra el racismo”. La Unión Europea enfatiza. “.